Desde el confinamiento, las consultas por Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), han ido aumentado a lo largo de los meses, en mi consulta, alrededor de un 15% en el 2020.

Detrás del “miedo a engordar”, nos encontramos con la realidad, una inseguridad y un miedo a no ser aceptado o a no saber enfrentarse a un cambio o reto.El control por la comida y el ejercicio generan cambios de composición corporal traducidos en una perdida de peso, una falsa sensación de seguridad o calma.

¿Cómo funciona el circulo vicioso de miedo-restricción-obsesión?

  • El control por la comida y el ejercicio generan cambios de composición corporal traducidos en una perdida de peso, una falsa sensación de seguridad o calma.
  • A más sensaciones placenteras, más necesidad de control a través de rituales de seguridad, (reducir comidas, comer cada ingrediente por separado, en un orden o en trocitos muy pequeños).
  • A más rituales, más restricción y perdida de peso.
  • Y más prohibiciones y desnutrición, más pensamientos obsesivos entorno a la comida y al peso y engrandecen el miedo y la inseguridad.

¿Cómo podemos, desde la consulta de nutrición, ayudar al proceso terapéutico?

  • Rompiendo rituales de seguridad con objetivos y acciones saludables.
  • Mejorando la salud a través de una alimentación individualizada.
  • Reconociendo los logros.

Parece básico, pero en la práctica es mucho más complejo. De ahí la importancia del trabajo multidisciplinar y tener claro que la nutrición es esencial para conseguir que el peso y la salud vayan mejorando, y así se reconozcan y solucionen todas esas cuestiones psicológicas que se tratan durante la terapia con el psicólogo.