Rendimiento deportivo e hidratación

“¿Qué tal en entreno hoy?”

“Regular. He ido muy lento. Subido de pulsaciones. Yo creo que es por el calor”

“Ya, claro… tampoco tiene que ver que ayer por la noche tomaste alcohol y no bebiste suficiente agua durante el día.”

Muchas veces pensamos que el rendimiento físico tiene más que ver con los entrenamientos, con que hemos comido, con el peso o el % de grasa, y pasamos por alto algo básico. La hidratación. Por eso hoy quiero escribir sobre la importancia que tiene la hidratación sobre el rendimiento deportivo.

El organismo, para asegurar las funciones biológicas esenciales, necesita una cantidad suficiente de agua, y esto es aún más importante cuando se realiza de forma habitual actividad física. Estas necesidades varían según cada persona, ya que dependen de factores como el metabolismo, edad o la actividad física, y factores que no podemos controlar como el calor infernal que hace en retiro o la humedad cuando corres en Valencia.

La deshidratación en el ejercicio es muy frecuente, y por ello es necesario reponer con suficientes líquidos (¡agua!).

Además, el alcohol produce deshidratación, por lo que debemos tener mucho cuidado para no generar mayores perdidas.

Entonces, ¿cómo podría afectar beber una o dos (o tres o cuatro…) cervezas la noche anterior a un entrenamiento de 21km, sumado a que quizás no hemos bebido suficientes líquidos (¡agua!) a lo largo del día? Pues…

  • Aumentado la temperatura central
  • Disminuyendo la capacidad cardiovascular, y aumentando la frecuencia cardiaca
  • Disminuyendo la tasa de sudoración, la reposición de líquidos y los electrolitos en músculo y sangre
  • Aumentando el riesgo de problemas gastrointestinales

Y lo más importante, ¡aumentando el riesgo de lesiones!

Por eso necesario que entrenemos bien hidratados. El famoso “antes, durante y después” de los entrenamientos, no solo cuando competimos contribuye a mejorar nuestro rendimiento y evitar problemas de salud.

NOTA: cuando digo “antes”, no me refiero a dos horas antes. ¡Me refiero al día antes, o incluso los días previos a una carrera importante o exigente!

Ya hablaré del tema de sales otro día.